Justo como Soojin le había indicado, Jungkook estaba a las nueve en punto de la noche en el hospital, esperando por ella.

Esperó unos quince minutos escondido hasta que vio como un chico moreno se acercaba a él.

-¿Eres Jungkook? el muchacho preguntó analizando el rostro del rubio.

-Si.- éste respondió dudando un poco. -Estaba esperando a Soojin, ya iba a irme.-

-Que bien que no lo hiciste.- sonrió aliviado. -me ha mandado a buscarte, dice que quieres ver a Tae.- Jungkook frunció el ceño al escuchar como éste chico llamaba a su Taetae. -Soy Namjoon, por cierto. Soojin es mi mamá.-

El rubio asintió, el nerviosismo lo estaba carcomiendo lentamente. Comenzó a juguetear con su piercing hasta que Namjoon comenzó a caminar, deteniéndose poco después al notar que Jungkook no estaba con él, se dio la vuelta sobre sus talones y lo miró.

-Deberías venir conmigo, hermano.-